Un revelador reportaje de T13 destapó la existencia de una red informal de venta de contenido erótico desde el Centro Penitenciario Femenino de San Miguel, donde varias reclusas obtienen ingresos mediante plataformas digitales.
El caso más llamativo es el de Alejandra (nombre ficticio), una interna de 23 años que ofrecía fotografías y videos íntimos a través de Arsmate, cobrando hasta $15.000 por imagen. “Pido el celular y le dedico toda esa horita para ti”, se escucha en uno de los mensajes que envió a un comprador.
Según la investigación, los pagos eran realizados a cuentas de terceros, ya que las internas no pueden recibir dinero directamente. Alejandra explicó que usaba parte del dinero para arrendar teléfonos dentro del penal y costear gastos cotidianos. “Aquí todo es plata”, a

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