LIMA (EFE) — El Gobierno de Perú anunció el lunes la ruptura de relaciones diplomáticas con México tras el asilo otorgado a la ex primera ministra Betssy Chávez. El canciller peruano, Hugo de Zela, declaró en una rueda de prensa que esta decisión responde a lo que considera una "injerencia" del gobierno mexicano en los asuntos internos de Perú. "El Gobierno peruano ha decidido romper relaciones diplomáticas con México", afirmó De Zela, quien criticó la difusión de una "versión tendenciosa e ideologizada" sobre el intento de golpe de Estado contra el expresidente Pedro Castillo en 2022. La presidencia peruana respaldó esta decisión a través de Twitter, señalando que se trata de una respuesta a la "intervención reiterada" de México en los asuntos internos del país. La ruptura se produce después de que el gobierno de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum concediera asilo a Chávez, quien enfrenta acusaciones de rebelión en Perú. La cancillería peruana calificó este acto como "inamistoso" y parte de una serie de acciones inaceptables por parte de México. El presidente interino de Perú, José Jerí, informó que la encargada de la embajada mexicana en Lima, Karla Ornela, tiene un plazo para abandonar el país. Por su parte, el gobierno mexicano defendió el asilo otorgado a Chávez, considerándolo un "acto legítimo" y en cumplimiento del derecho internacional. En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México expresó que el asilo no puede ser considerado un acto inamistoso y reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos humanos. Chávez, quien fue primera ministra durante el gobierno de Castillo, ha denunciado violaciones a sus derechos humanos desde su captura en 2023. La Fiscalía peruana la acusa de ser coautora de un intento de rebelión tras la disolución del Congreso por parte de Castillo en diciembre de 2022. La ruptura de relaciones complica los vínculos bilaterales entre Perú y México, aunque se mantienen las relaciones consulares. La situación refleja el deterioro de las relaciones entre ambos países, que han estado marcadas por diferencias políticas desde la destitución de Castillo. La decisión de Perú se produce en un contexto de tensiones diplomáticas, donde el gobierno mexicano ha mostrado simpatías hacia Castillo y su familia, quienes también se encuentran asilados en México. A pesar de la ruptura, México ha manifestado su intención de continuar el diálogo y buscar soluciones amistosas a las controversias, recordando los lazos históricos que unen a ambos pueblos.