Quien convive con un perro sabe que no se trata solo de un compañero fiel, son uno más de la familia y, como tal, son animales que parecen ser capaces de percibir nuestro estado de ánimo de manera sorprendentemente precisa. Son capaces de detectar nuestra tristeza, alegría e incluso nuestra inquietud.
Esta capacidad no es casualidad. Según investigaciones recientes, los perros poseen una sensibilidad emocional excepcional que les permite reflejar y compartir nuestros sentimientos, un fenómeno conocido como contagio emocional. De hecho, un estudio publicado en Scientific Reports y liderado por Paula Pérez, veterinaria y etóloga española, profundiza en esta capacidad.
"El contagio emocional ocurre cuando el estado emocional del emisor se comparte automáticamente con el del receptor", expli

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