En Chamartín ya se sabe que no destacan por la paciencia cuando se trata de esperar a que sus jugadores recién fichados rindan a su mejor nivel. En este sentido, tal y como ya se pudo ver durante la pasada temporada, ni con Mbappé se tuvo piedad, cuando un jugador no responde a las expectativas puestas en él, el Bernabéu comienza a dudar y se genera un ambiente ciertamente enrarecido y complicado para el jugador. Y en esta temporada, al que le ha tocado, no es a otro que a Álvaro Carreras , que llegó con la vitola de ser un lateral de mucho futuro, pero la irregularidad le ha dado más de un problema.
En este sentido, a pesar de que de puertas hacia fuera, parece que la confianza por parte de Xabi Alonso se mantiene absolutamente intacta, la realidad es que de puertas hacia dentr

El Nacional.cat

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