El exvicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, ha fallecido a los 84 años, según un comunicado de su familia. Cheney murió el 3 de noviembre de 2025, a causa de complicaciones derivadas de una neumonía y problemas cardiovasculares. Su familia destacó su dedicación al servicio público y su amor por el país, expresando su agradecimiento por su legado.
Nacido en 1941 en Nebraska, Cheney tuvo una carrera política que abarcó más de cuatro décadas. Se destacó como congresista por Wyoming y fue secretario de Defensa bajo la presidencia de George H. W. Bush. Durante su mandato, dirigió la intervención militar en el Golfo Pérsico en 1991, consolidando su reputación como un estratega militar.
Cheney se convirtió en una figura clave durante la presidencia de George W. Bush, ocupando el cargo de vicepresidente desde 2001 hasta 2009. Su influencia fue notable en la formulación de la política de seguridad nacional, especialmente tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Fue uno de los principales arquitectos de la "guerra contra el terrorismo", impulsando la invasión de Afganistán y la controvertida invasión de Irak en 2003, bajo el argumento de la existencia de armas de destrucción masiva, un pretexto que posteriormente se demostró falso.
A lo largo de su carrera, Cheney fue conocido por su postura de "halcón" y su defensa de técnicas de interrogatorio que fueron calificadas de tortura por varios organismos. Su legado es objeto de debate, ya que su enfoque intervencionista y su interpretación expansiva del poder ejecutivo han sido criticados y defendidos en igual medida.
Cheney también fue un personaje influyente en la política republicana, y su figura se asocia con el surgimiento de un Partido Republicano que se opuso a las políticas de intervención exterior, lo que eventualmente llevó a la llegada de Donald Trump a la escena política. En sus últimos años, Cheney se distanció de Trump, describiéndolo como una amenaza para la república y apoyando a la candidata demócrata Kamala Harris en las elecciones de 2024.
A lo largo de su vida, Cheney enfrentó múltiples problemas de salud, incluyendo cinco infartos y un trasplante de corazón en 2012. Su muerte marca el final de una era en la política estadounidense, dejando un legado complejo y controvertido que seguirá siendo objeto de análisis y discusión en los años venideros.

Noticias de México

Milenio
El Universal Mexico Mundo
EJE CENTRAL
Municipios Puebla Virales