Marcos Morales / Apatzingán, Michoacán.– Lo que comenzó como una marcha pacífica para exigir justicia por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y del líder limonero Bernardo Bravo, terminó en una noche de violencia y destrozos en el centro de Apatzingán.

El Palacio Municipal fue vandalizado por un grupo de encapuchados que irrumpió en el inmueble y prendió fuego a diversas áreas.

Cientos de pobladores, la mayoría vestidos con playeras blancas, salieron a las calles con pancartas donde se leía: “Fuera Fanny”, “La justicia es el único camino hacia la paz”, y “Para sacar a los delincuentes de las calles, primero hay que sacarlos del gobierno”.

La movilización avanzó por distintas vialidades hasta llegar al Palacio Municipal, donde la tensión escaló rápidamente.

Testigos relat

See Full Page