Miremos donde miremos, hay inteligencia artificial. Todo el mundo habla de ella, ¿pero cuál es su combustible? No son los datos ni los chips: es la electricidad. Mientras en Occidente las tecnológicas buscan cómo alimentar sus centros de datos — cada vez más hambrientos de energía —, China ha decidido dar un paso distinto. Pekín ha diseñado una subvención energética para su sector tecnológico con un objetivo claro: abaratar la energía que mueve los cerebros digitales de su próxima generación de chips.

Subsidio energético. Desde septiembre, el Gobierno chino prohibió a las grandes tecnológicas nacionales —entre ellas Alibaba, ByteDance y Tencent— adquirir chips de inteligencia artificial de la estadounidense Nvidia, en un intento por fortalecer la producción local.

Sin embargo, la co

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