El rey emérito español Juan Carlos I asegura en sus memorias que la muerte de su hermano Alfonso en 1956, mientras jugaban con una pistola, marcó un "antes y un después" del que nunca se recuperaría.
El menor de los Borbón tenía 14 años cuando falleció al recibir un disparo cuando jugaba con el hoy rey emérito. Según informó entonces la prensa española, el adolescente recibió un disparo en la cabeza que le causó la muerte casi de inmediato.
A 69 años de esa tragedia, Juan Carlos I habló de lo ocurrido en sus memorias. Allí cuenta que " no me recuperaré de esta desgracia . La gravedad me acompañará en adelante".
El relato se concentra en el breve capítulo, de apenas dos páginas, titulado "El drama" y que es parte de sus memorias "Reconciliación" que se publicará el miércoles en

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