Entre los protagonistas de la noche se encontraba la actriz y cantante Dove Cameron, quien volvió a la pista de baile con una pieza de Carolina Herrera que combinaba la sofisticación de la sastrería con un toque de drama romántico. El vestido, confeccionado en brocado dorado y terciopelo negro, abrazaba su silueta con un corsé drapeado y terminaba en una falda de corte sirena que le otorgaba una presencia de “regal” sin precedentes.

Lo que captó la atención de los paparazzi fue, sin embargo, la elección de complementos: guantes de estilo ópera que cubrían sus manos durante el recorrido. Este detalle no es casual; los guantes de esta naturaleza han sido un símbolo de distinción en los eventos de alta sociedad desde la época de Mary II de Inglaterra, y su uso contemporáneo se ha consolida

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