La industria high tech enfrenta el problema de los millones de litros de agua para enfriar las granjas de servidores. Por

La inteligencia artificial y la computación en la nube están impulsando una nueva fiebre global por los centros de datos: edificios llenos de servidores que sostienen el flujo constante de información del mundo digital. Pero detrás del brillo tecnológico se esconde una paradoja: estas infraestructuras, diseñadas para un futuro inteligente, se enfrentan a una cuenta energética cada vez más alta.

Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), los centros de datos consumen hoy cerca del 2 % de la electricidad global y podrían duplicar ese porcentaje antes de 2030 si la demanda de IA continúa creciendo. No se trata solo de alimentar los chips: el enfriamiento, la se

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