La tierra aquí todavía huele a humo, a hierba hecha cenizas, a tristeza. Es el camellón central del cruce de la avenida Tecnológico y la calle Centeno, donde la madrugada del domingo cinco jóvenes murieron por una combinación fatal: Circular a exceso de velocidad y pasarse una luz roja.

En la banqueta manchada de hollín, alguien colocó la fotografía de Alberto Bravo Trujillo, joven de 19 años que conducía un Honda Accord sobre la avenida Tecnológico, a casi 160 kilómetros por hora según el peritaje de Seguridad Vial, en esa terrible madrugada.

El número de veladoras puestas junto a su fotografía, coincide con su edad. Son 19 vasos, una por cada año de vida del joven conductor.

Este martes por la mañana, cuatro de esos recipientes aún tenían las llamas encendidas.

En la foto se observa

See Full Page