CHICAGO (AP) — Un juez escuchó testimonios el martes sobre inodoros desbordados, celdas abarrotadas, falta de camas y sobre agua que "sabía a alcantarilla" en un edificio del área de Chicago que sirve como cárcel para personas detenidas en la batida migratoria del gobierno de Donald Trump.

Personas que estuvieron detenidas en el edificio en Broadview, en la periferia de Chicago, ofrecieron relatos públicos sobre las condiciones allí mientras el juez federal Robert Gettleman considera ordenar cambios en un sitio que se ha convertido en foco de protestas y enfrentamientos con agentes federales.

"No quiero que nadie más viva lo que yo viví", declaró Felipe Agustín Zamacona, de 47 años, conductor de Amazon e inmigrante mexicano que ha vivido en Estados Unidos durante décadas.

Zamacona dijo

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