El equipo universitario de Arizona State, bajo la dirección de su entrenador Bobby Hurley, inició su campaña con un episodio que muchos analistas interpretan como un signo de los valores que podrían definir su permanencia en la Big 12. En un encuentro que no solo fue un test de resistencia física, sino también un ensayo de espíritu colectivo, los Sun Devils demostraron una disciplina táctica que pocos equipos logran mantener a lo largo de una temporada.

La victoria por 81‑64 sobre Southern Utah , celebrada el martes, se convirtió en el primer hito de la nueva campaña. Los jugadores se desplazaron rápidamente a la mitad de cancha, manteniendo una presión constante y evitando que sus oponentes establecieran ritmo. El equipo nunca perdió la delantera, y la diferencia máxima alcanzó los 22

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