Vivimos en una cultura que admira el cansancio. Dormir poco se ha vuelto una medalla moderna: símbolo de ambición, disciplina o éxito. Pero la neurociencia nos recuerda una verdad incómoda y contundente: el cerebro no negocia con la falta de sueño.

Un estudio reciente publicado en Nature Neuroscience lo demuestra con imágenes precisas e inquietantes. Usando resonancias rápidas y electroencefalogramas, los investigadores observaron qué ocurre en el cerebro después de una sola noche sin dormir.

El resultado es claro: al día siguiente la atención se desploma. La mente se dispersa con facilidad y, en ocasiones, te quedas mirando al vacío sin poder procesar lo que tienes enfrente.

Esto sucede porque, cuando sobrepasas el límite del cansancio, tu cerebro no puede sostener la atención

See Full Page