Pilar Sánchez Acera , alto cargo del PSOE de Madrid y asesora de Moncloa, ha declarado este miércoles ante el Tribunal Supremo que no recuerda qué supuesto medio de comunicación le facilitó el pantallazo sobre Alberto González Amador que luego envió a Juan Lobato. La testigo ha justificado esta laguna de memoria alegando que – como con García Ortiz – «hubo un cambio de teléfono móvil en septiembre de 2024» y no ha podido recuperar esa información. Da a entender que no le vino ni de la Fiscalía ni de ningún alto cargo de Moncloa. Reconoce que tenía contacto con dos periodistas de El Plural quien publica los mails minutos después de que ella se lo pasó a Juan Lobato.
Sánchez Acera ha comparecido como testigo en la tercera sesión del proceso judicial que se celebra contra García Ortiz por presuntamente haber revelado a medios afines el correo electrónico en el que la defensa de González Amador se ofrecía a reconocer dos delitos fiscales a cambio de un pacto con la Fiscalía .
La ex cargo socialista ha insistido de manera reiterada en que « nunca» tuvo acceso al correo original del 2 de febrero de 2024. «En ningún momento recibo ni tengo en mi poder el correo de 2 de febrero objeto de investigación. Recibo una imagen de un documento distinto», ha manifestado ante la acusación particular que ejerce el novio de Ayuso .
Sánchez Acera ha subrayado las diferencias entre ambos documentos. Ha explicado que el correo investigado contiene «emisor, destinatario y fecha», mientras que lo que ella recibió «no tiene ni quién envía ni destinatario ni fecha». Únicamente incluía, según su versión, el «pie de firma del despacho de abogados».
«Quiero dejar claro que yo no recibo el correo de 2 de febrero, el famoso correo del 2 de febrero», ha reiterado la testigo en varias ocasiones durante su declaración.
Filtración periodística
Preguntada sobre el origen del pantallazo que envió a Lobato la mañana del 14 de marzo de 2024, Sánchez Acera ha repetido lo que ya manifestó en la fase de investigación: que le llegó a través de «un medio de comunicación» . Sin embargo, ha sido incapaz de precisar cuál fue ese medio o qué periodista concreto se lo facilitó. Alude a periodistas que cubren información autonómica pero ninguno de esos periodistas publica ese mail y sí un medio afín al PSOE como es El Plural.
«No recuerdo el medio en concreto ni el periodista en cuestión», ha afirmado ante el tribunal. La testigo ha explicado que no ha podido verificar esta información porque se fue a trabajar al Ministerio de Transformación Digital como jefa de gabinete de Óscar López y cambió de dispositivo móvil en septiembre de 2024.
Esta circunstancia ha generado escepticismo en la sala, dado que el cambio de teléfono se produjo apenas unos meses antes de su declaración y justo cuando la investigación se encontraba en marcha. Un tema tan sensible cuesta creer que se le olvide ni pueda consultarlo con sus periodistas de confianza.
Sánchez Acera ha negado categóricamente que la imagen le fuera facilitada por Carlos Neira , el abogado que redactó el correo del 2 de febrero, o por alguien vinculado a la Fiscalía General del Estado. «¿Ha recibido el documento de la Fiscalía General del Estado? (…) ¿Conocía a alguien de la Fiscalía General del Estado?», le ha preguntado la defensa de García Ortiz. La testigo ha contestado « no » en ambas ocasiones.
También ha negado haber reenviado el pantallazo a otra persona que no fuera Lobato, que en ese momento era su superior jerárquico en el PSOE madrileño. No obstante, le dijo a Lobato sobre si había salido en prensa: «Vamos a verlo. Para que estés más respaldado». Lo que sugiere que tenía interés en que un medio afín lo sacara a la luz público.
Los mensajes con Lobato
El testimonio de Sánchez Acera cobra especial relevancia por las conversaciones de WhatsApp que Juan Lobato aportó a la investigación. En dichos mensajes consta que ella le envió al entonces líder del PSOE madrileño, a las 8.29 horas del 14 de marzo, un pantallazo con información relativa a González Amador, antes de que la Fiscalía publicara su nota de prensa oficial.
«Cuidado con los datos personales», le advirtió en el primer mensaje. Minutos después, le insistió: «Sácasela en la pregunta (…) Un quién miente señora Ayuso, usted o su novio?». El tono de los mensajes evidenciaba una estrategia política clara para utilizar esa información contra Ayuso en el Pleno de la Asamblea de Madrid.
Del intercambio de mensajes se desprende que Lobato mostró suspicacia sobre el origen del documento. «La carta cómo la tenemos», preguntó, a lo que Sánchez Acera respondió: « Porque llega, la tienen los medios». El entonces líder socialista insistió: «Porque sino parece que me la ha dado Fiscalía».
Esta aprensión de Lobato resultó profética, dado que semanas después decidió acudir ante notario para dejar constancia de que él había obtenido la información de fuentes periodísticas y no de la Fiscalía , un movimiento que a la postre dinamitó su relación con Ferraz y precipitó su salida del liderazgo del PSOE madrileño.

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