Así como los aficionados del deporte celebran sus Clásicos y jornadas olímpicas, los apasionados de la moda y la belleza tienen su propio escenario global: Miss Universe.

Con más de siete décadas de historia, Miss Universe ha evolucionado de un certamen de belleza a una plataforma internacional que trasciende fronteras y generaciones, que celebra la identidad, representación y empoderamiento femenino.

El brillo del escenario no obstante no ha estado exento de controversias a lo largo de su historia.

Tan reciente como esta semana, la representante de México en el certamen, Fátima Bosch, denunció al principal organizador de la edición número 74 y dueño de Miss Universe Tailandia, Nawat Itsaragrisil, por tildarla de “tonta”, tras presuntamente negarse a participar en una actividad promocio

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