Estados Unidos vive uno de los cierres gubernamentales más largo de su historia, el cual inició el 1 de octubre tras las divisiones entre Republicanos y Demócratas, pues ninguno de los dos ha cedido en sus posturas políticas.

Con 37 días seguidos, el Congreso no ha alcanzado algún acuerdo presupuestario, manteniendo paralizadas a múltiples agencias federales y ha generado preocupación nacional por la falta de fondos en programas sociales, así como por el riesgo de que se suspendan operaciones aéreas debido a la escasez de personal.

La Casa Blanca acusa a los demócratas de “obstruccionismo”, mientras la oposición asegura que el cierre es culpa de la intransigencia del presidente Trump.

El líder demócrata Chuck Schumer afirmó que el mandatario se niega a negociar un presupuesto justo, pue

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