Por: Elaine Glusac and Toh Gouttenoire

En medio de un aguacero de septiembre en un pueblo costero del Pacífico costarricense, recordé que había apostado con pocas probabilidades de éxito. Los lugareños me habían asegurado que su temporada de lluvias, de mayo a noviembre, consistía en mañanas luminosas y chubascos vespertinos, seguidos de cielos despejados, al menos la mayor parte del tiempo.

(Nota sobre la moneda: muchos negocios utilizan dólares estadounidenses, otros utilizan colones costarricenses —500 colones son aproximadamente 1 dólar— y muchos aceptan ambos tipos de divisa).

Costa Rica ha adquirido fama de cara en los últimos años, sobre todo a medida que los complejos turísticos de lujo han transformado el norte de la provincia de Guanacaste. Las excursiones vía aérea alrededor

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