Ciudad Juárez , 1950. La guerra había terminado, pero en esta frontera el ruido de los casinos, las luces de neón y el perfume del whisky contrabandeado todavía parecían una posguerra alegre. La avenida Juárez era un espejismo: Las Vegas del norte, donde los gringos venían a apostar y los juarenses aprendían a sobrevivir.

En esa geografía de humo y canciones, llegó un niño de apenas seis meses: Alberto Aguilera Valadez , traído por su madre desde Parácuaro, Michoacán, con una maleta y una esperanza.

La nueva miniserie de Netfli x Juan Gabriel: Debo, puedo y quiero , muestra cómo la vida lo hizo crecer rápido. A los 13 años ya cantaba en las calles y en los bares de la frontera, donde el glamour convivía con el desencanto. Se hizo llamar Juan Gabriel: “Juan” en honor al hombre que le

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