En julio, agentes federales de inmigración llevaron a Milagro Solís-Portillo al Glendale Memorial Hospital, en las afueras de Los Ángeles, luego que sufriera una emergencia médica estando detenida. Nunca se fueron del hospital.

Durante dos semanas, contratistas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) hicieron guardia en el vestíbulo del hospital las 24 horas del día. Se tomaron turnos para vigilar sus movimientos, contó Ming Tanigawa-Lau, la abogada de Solís-Portillo.

Luego, el ICE trasladó a la mujer salvadoreña al Anaheim Global Medical Center, en contra de las indicaciones médicas y sin dar ninguna explicación, según dijo la abogada.

Tanigawa-Lau contó que allí les permitieron a los agentes del ICE quedarse dentro de la habitación de Solís-Portillo todo el tiempo, escu

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