Las redadas de los últimos días en el Corredor Salvadoreño situado en el área de Pico Union en Los Ángeles han sembrado el miedo entre vendedores y consumidores, y han acabado por desplomar aún más las ventas que ya venían en picada desde que Donald Trump prestó juramento como presidente.
“La situación está muy tensa desde que hicieron la primera redada el domingo 2 de noviembre, y luego volvieron ayer miércoles 5 de noviembre”, dice Lorena, una vendedora de patas de mulas (conchas) desde hace 15 años en el Corredor Salvadoreño.
“No hay clientes. Las ventas nos han bajado en un 70%; y no sabemos cuando va a acabar esta cacería. Mientras tanto nosotros tenemos que pagar la renta, las cuentas no esperan, y no sabemos si nos va alcanzar para pagar por la comida”. Raúl Claros, líder del

La Opinión Los Ángeles

Noticias de América
RT en Español
El Diario NY Política
Associated Press Spanish
Vox
Raw Story