Aún con el dolor que provocó la caída contra Países Bajos en semifinales, México deberá levantar la mirada: su esperanza está puesta en la medalla de bronce del Mundial Femenil Sub-17 de Marruecos.

Contra un Brasil que construyó su camino con paso equilibrado, las dirigidas por Miguel Gamero se jugarán la vida por el tercer lugar de la justa mundialista. En el estadio Olímpico de Rabat, las futbolistas cargarán con la obligación de dejar el corazón en la cancha: “Tenemos que mantener el espíritu, la intensidad, querer estar. Será difícil, pero podemos luchar”, prometió el director técnico.

La escuadra nacional anhelaba más. Hasta antes del solitario gol que la delantera neerlandesa Lina Touzani hizo en la portería mexicana, el Tricolor Femenil sobrevivió 490 minutos sin recibir una anota

See Full Page