Tunja, una de las ciudades con más bajos índices de criminalidad en Colombia, se convirtió ayer en escenario de un ataque con explosivos que alteró su cotidianidad y d ejó al descubierto que la violencia armada, antes concentrada en zonas rurales y de frontera, amenaza con extenderse hacia territorios que hasta ahora se mantenían al margen del conflicto.

(Lea: Fuerzas Militares ordenó aumentar la ofensiva contra estructuras del Eln, tras atentado en Tunja, Boyacá )

El hallazgo de una volqueta cargada con 24 cilindros bomba en inmediaciones del batallón militar Simón Bolívar de la capital de Boyacá, puso en evidencia la capacidad de los grupos ilegales para golpear, incluso, a los centros urbanos considerados seguros.

De acuerdo con los reportes iniciales, el vehículo fue abandonado haci

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