El Ejército de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) ha publicado este viernes 7 de noviembre documentos que prueban que los terroristas de Hamás mantienen vínculos con Irán y la televisión de Qatar Al Jazeera, infiltran personal en la agencia de la ONU en la Franja de Gaza (UNRWA) y roban de forma sistemática ayuda humanitaria destinada a la población civil de Gaza. Su objetivo: conseguir fondos a través de la venta de la ayuda en el mercado negro . Ya en el pasado la ONU ha admitido que las cifras de muertos en la guerra en Gaza están manipuladas .
Hamás en la agencia de la ONU
El Ejército de Israel ha hecho pública una a mplia colección de documentos clasificado s que, según sostiene, demuestra la profunda infiltración de Hamás en instituciones civiles y humanitarias en Gaza, incluyendo la agencia de la ONU en la Franja de Gaza (UNRWA).
Entre los casos señalados figuran Ashraf Mahd El Madhoun , director de operaciones de UNRWA en Gaza, y Mohammed Ibrahim Abd Ghafour , ambos identificados como miembros activos de la brigada Izzadin al-Qassam, el brazo más sanguinario de los terroristas Hamás.

Las pruebas incluyen listas paralelas de empleados de UNRWA y terroristas de Hamás, mostrando que varios maestros , directores, orientadores y personal sanitario cobraban su salario de la agencia de la ONU mientras cometían actos terroristas. Israel también ha difundido manuales de instrucción militar que indican que el uso de escuelas y edificios civiles como puntos de operación es tácticamente ventajoso. Planes logísticos de 2020 señalan explícitamente escuelas de UNRWA como puntos de encuentro y aprovisionamiento.
Colaboración operativa con Al Jazeera
Los documentos difundidos por Israel apuntan además a vínculos entre Hamás y la cadena Al Jazeera, financiada por el Estado de Qatar, donde se han alojado terroristas de Hamás. Entre las pruebas se incluyen listas de periodistas que también tenían funciones dentro de Hamás o el grupo terrorista de la Yihad Islámica, instrucciones sobre el control del lenguaje y la cobertura de ataques fallidos, y la creación de un canal seguro de comunicación interna denominado Al Jazeera Phone .
Israel destaca la implicación de Ismail Al-Ghoul , terrorista Nukhba participante en el ataque terroristas del 7 de octubre de 2023 , listado como periodista en Al Jazeera. La documentación revela que Hamás supervisaba directamente la narrativa de la cadena, prohibiendo críticas y promoviendo la «resistencia» en la cobertura informativa.
Apoyo de Irán y ataques en la región
Los archivos también incluyen evidencia de financiación iraní a familias de combatientes y mártires, así como programas de entrenamiento militar y suministro de armamento. Hamás buscaba una alianza con Irán, Hezbolá y Siria para coordinar esfuerzos militares, tácticos y mediáticos, con el objetivo declarado de «lanzar un ataque desde múltiples frentes para liberar Jerusalén».
Un memorando manuscrito por el sanguinario Yahya Sinwar detalla planes propagandísticos para difundir imágenes de ejecuciones y ataques, generar miedo en Israel y movilizar aliados en Cisjordania y Jerusalén.
Robo de ayuda y control sobre la población
Israel también ha difundido fotografías y documentos que muestran a Hamás apropiándose de ayuda humanitaria destinada a la población civil. Los materiales incluyen imágenes de túneles donde combatientes posan con armas junto a sacos de harina, conservas, frutas, verduras y carne, mientras la población superior sufre escasez de alimentos, agua y medicinas.
Según datos del IDF, Hamás ha desviado al menos el 25 % de toda la ayuda humanitaria durante el conflicto, utilizando este control como herramienta de financiación y de dominio social sobre la población gazatí. La organización ha llegado a asesinar a civiles que colaboraban con sistemas alternativos de distribución seguros, mientras la ONU y varias ONGs internacionales enfrentan dificultades para operar sin escolta de Hamás.
¿Hambre en Gaza?
Según datos de COGAT, al 21 de julio de 2025 habían ingresado a Gaza 1.867.754 toneladas de ayuda humanitaria, de las cuales aproximadamente 1.463.000 toneladas eran alimentos, equivalentes a unos 850 kilogramos por habitante durante 21 meses . Solo en alimentos, se trata de 666 kilogramos por persona (381 kilogramos anuales), superando los estándares internacionales en zonas de conflicto. Desde enero de 2025, Israel ha permitido entrar a Gaza 1,2 kilogramos de comida por persona al día , suficientes para evitar hambruna.
A pesar de ello, Hamás roba sistemáticamente la ayuda : intercepta el 85% de los camiones de la ONU, controla la distribución local y ha llegado a asesinar a gazatíes que colaboraban con el Fondo Humanitario de Gaza (GHF). Según los documentos internos difundidos por el IDF, Hamás ha desviado al menos el 25% de toda la ayuda humanitaria, generando cientos de millones de dólares en ingresos paralelos y vendiendo productos básicos, como harina, a precios prohibitivos (300-500 dólares por saco de 25 kilogramos).
La estrategia de Hamás no solo asegura financiación, sino que también le permite mantener control social y político sobre la población. Si pierde este poder, perdería dominio sobre Gaza. Además, la ONU ha obstaculizado la distribución segura de la ayuda: insiste en que los terroristas de Hamás «proteja» a sus trabajadores , se niega a operar con el sistema GHF y exige escoltas del grupo terrorista para los camiones. Esto provoca que miles de toneladas permanezcan abandonadas durante días, con riesgos de deterioro y desperdicio.

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