La plaza Murillo, en la capital boliviana, La Paz, ha sido testigo de un momento que une el pasado y el presente. Treinta y seis años después de que su padre, Jaime Paz Zamora (1989-1993), jurara el mismo cargo, Rodrigo Paz Pereira asumió ayer la presidencia de Bolivia en el hemiciclo de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Un acto que marca el fin de la era socialista de Evo Morales, con la asistencia de más de 50 delegaciones internacionales, incluyendo los presidentes de Chile, Argentina y Paraguay. En el caso de España, la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol.

Nacido en Santiago de Compostela por el exilio de su familia y de madre española, Rodrigo Paz Pereira acumula una vasta experiencia política como diputado, concejal y alcalde de Tarija. A sus 58 años, el

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