Cada vez que los humanos cortan, queman o destruyen partes de la selva amazónica, están enfermando a las personas.
Es una idea con la que los pueblos indígenas han vivido durante miles de años. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Communications Earth & Environment añade evidencia científica que la respalda, al encontrar que la incidencia de varias enfermedades disminuyó en áreas donde se reservó el bosque para los pueblos indígenas que lo mantenían en buenas condiciones.
“El ‘hombre bosque’ o ‘bosque hombre’, de acuerdo a la percepción indígena, siempre ha sido ligado hacia la reciprocidad de la salud humana con su naturaleza donde vive”, afirmó Francisco Hernández Cayetano, presidente de la Federación de Comunidades Ticuna y Yagua del Bajo Amazonas, o FECOTYBA, en la Amazoní

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