Con el paso de los años, muchos tutores notan que su perro ya no corre igual, duerme más y necesita ayuda para subir a la cama o al sofá. Envejecer es parte natural de la vida, y también una etapa que requiere más atención y cariño.

Un perro mayor no necesita lástima, necesita cuidados distintos.
A partir de los siete u ocho años, según el tamaño y la raza, conviene hacer chequeos veterinarios más frecuentes.

La alimentación debe adaptarse a su edad, con menos grasa y más nutrientes que protejan las articulaciones. Los paseos siguen siendo importantes, pero más cortos y tranquilos. El descanso debe ser cómodo, en un lugar cálido y sin corrientes de aire.


El amor no cambia, solo la forma de demostrarlo. Un perro viejo necesita paciencia, rutina y compañía. Cada cana cuenta una his

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