La cuarta Cumbre Celac–Unión Europea arrancó este domingo en el Caribe colombiano bajo un ambiente diplomático tenso, con ausencias de alto nivel y un marcado clima de incertidumbre política. Lo que debía ser un espacio para fortalecer la cooperación entre América Latina, el Caribe y Europa, inició con señales de fractura y presión externa, particularmente desde Washington.

El encuentro, que reúne a los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) y los 33 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), se desarrolla en el hotel Estelar Santamar de Santa Marta, pero con una participación reducida: apenas una docena de líderes confirmaron su presencia, entre ellos cinco europeos y tres latinoamericanos. La ausencia de figuras clave —como Ursula von der Leyen, presidenta de

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