Por Mario Luis Fuentes

El anuncio de la construcción del Tren México-Querétaro y su extensión en el tramo Celaya-Irapuato ha reactivado el debate sobre el modelo de desarrollo que se impulsa en el Bajío, particularmente en la región Laja-Bajío, una de las más dinámicas económicamente del país, pero también una de las más tensionadas desde el punto de vista ambiental, urbano y social. El proyecto, presentado como una promesa de conectividad y eficiencia logística, debe ser examinado con una mirada crítica, a partir de las profundas contradicciones que caracterizan a la región: la expansión urbana descontrolada, la destrucción de ecosistemas, la sobreexplotación de acuíferos y la creciente desigualdad territorial que afecta a las poblaciones rurales y urbanas pobres.

Durante las últimas

See Full Page