Desde hace alrededor de tres años y medio, el Real Zaragoza se ha convertido en un auténtico disparate . Las decisiones descabelladas afloran en la cúpula de una entidad que carece de presidente presente, de la gran mayoría de consejeros, de conocimiento en los principales ejecutivos… La cascada va bajando hasta llegar al terreno de juego , donde se percibe con toda claridad, que la entidad es un pollo sin cabeza.
Los disparates sobre el campo en el Granada – Real Zaragoza comenzaron en el once, con el entrenador, Rubén Sellés , en el punto de mira. Allí, Juan Sebastián se quedó en el banquillo y Aguirregabiria ocupó el lateral derecho. Menos disparatado, pero absolutamente ineficaz, fue ubicar a Guti en la mediapunta. De nada sirvió.
Con 1-1, Sellés apostó por da

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