El Mallorca le dio al Getafe de Bordalás de su propia medicina. Marcó antes del cuarto de hora -balón de Samu Costa a la espalda del lateral, un plátano perfecto de Mojica y Muriqi empujando a la red-, se arremangó y comenzó a exhibir una solidez defensiva y una solidaridad que apenas había mostrado en todo el campeonato. El partido era de esos de ganar por lo civil o lo criminal. Se notaba en el ambiente y en cada balón dividido. Desde el arranque se demostró que el partido no iba a ser para guardar y volverlo a ver. Era lo previsible.

Pero este vez fue el Mallorca el que ganó a lo Getafe. Porque se tomó cada centímetro como un terreno a proteger. Omar Mascarell puso una tienda de campaña en la zona ancha y desde ahí mantuvo vigiladas a las líneas enemigas. Junto a Samu Costa -impresiona

See Full Page