El estado brasileño de Paraná , en el sur del país, enfrenta las secuelas de un tornado sin precedentes que dejó seis muertos, 750 heridos y más de 10 mil personas sin vivienda . El fenómeno, registrado el viernes, generó vientos de entre 180 y 250 kilómetros por hora que destruyeron casas, volcaron vehículos y arrasaron con la infraestructura urbana.

El gobernador Ratinho Junior decretó estado de calamidad pública en los municipios más afectados, lo que permitirá movilizar recursos sin restricciones para atender la emergencia.

Junior, que visitó la región, anunció luto oficial por tres días y aseguró que, una vez concluidas las tareas de rescate, comenzará la reconstrucción de viviendas .

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva comunicó en sus redes sociales que envió

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