Colombia conmemora este 6 y 7 de noviembre de 2025 el cuadragésimo aniversario de la toma y retoma del Palacio de Justicia, un evento que dejó una huella imborrable en la historia del país. En 1985, el grupo guerrillero M-19 tomó el control del edificio en Bogotá, lo que llevó a una operación de retoma por parte del Estado. Este trágico episodio resultó en la muerte de 94 personas, incluidos magistrados, funcionarios y civiles, además de numerosos desaparecidos y heridos.
Las conmemoraciones actuales tienen como objetivo recordar a las víctimas y promover la memoria histórica, la verdad y la justicia, que muchos consideran aún pendientes. En Bogotá, la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte ha inaugurado la instalación “Sintiendo la Memoria” en su sede, una creación colectiva que evoca visualmente el antes y el después del Palacio. Además, el Consejo Superior de la Judicatura ha abierto una exposición titulada “¡Que se hable del Palacio de Justicia!”, que incluye un mapping de video como acto simbólico de memoria para este aniversario.
El asalto al Palacio de Justicia, considerado uno de los ataques más graves contra la democracia en Colombia, fue llevado a cabo por el M-19, que contaba con el apoyo de estructuras vinculadas al narcotraficante Pablo Escobar. Durante el ataque, el grupo guerrillero secuestró a magistrados de la Corte Suprema, asesinando a once de ellos, y destruyó documentos cruciales en un momento en que el país debatía la extradición de narcotraficantes a Estados Unidos.
A lo largo de las décadas, ha surgido un debate sobre la narrativa histórica de estos eventos. Algunos argumentan que se ha intentado sustituir la verdad histórica por un relato ideológico que busca legitimar a quienes perpetraron el ataque, presentándolos como víctimas del Estado. Sin embargo, la memoria documentada sostiene que el M-19 fue responsable de la planificación y ejecución del asalto, con financiamiento y logística provenientes de actores del narcotráfico.
Hoy, a 40 años de estos hechos, se reitera la importancia de recordar que el M-19 es responsable del ataque, del asesinato de los magistrados y de la destrucción del Palacio. La memoria de las víctimas y de los militares que actuaron en cumplimiento de su deber constitucional debe ser defendida. En este contexto, se hace un llamado a no permitir que la historia sea reescrita con fines políticos, y a honrar la memoria de quienes perdieron la vida en este trágico evento. La verdad histórica sigue siendo un pilar fundamental en la construcción de la memoria colectiva de Colombia.

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