Las lluvias intensas que provocaron inundaciones en el centro de la provincia de Buenos Aires desde hace meses volvieron a poner en evidencia la fragilidad de la infraestructura hídrica y la falta de coordinación entre los distintos niveles del Estado.

En medio de un panorama desolador -con más de cinco millones de hectáreas bajo el agua y pérdidas estimadas en 2.400 millones de dólares-, el Gobierno bonaerense lanzó duras críticas contra la administración de Javier Milei por la parálisis del Plan Maestro Integral de la Cuenca del río Salado, una obra clave para prevenir inundaciones y mitigar el impacto del cambio climático.

“Esta es una política de Estado que desde 1997 se viene desarrollando de manera conjunta entre la Nación y la Provincia”, recordó Gabriel Katopodis, ministro de

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