El Black Friday es una cita obligada para quienes buscan renovar su móvil, un portátil o una televisión antes de fin de año. Pero también en un terreno lleno de trampas donde las “ofertas” no siempre son lo que parecen. Entre precios inflados, falsas rebajas o promociones confusas, distinguir una ganga auténtica de un simple reclamo publicitario requiere algo más que intuición.

Los precios suben antes de bajar

Una de las prácticas más comunes es el “price bumping” , que consiste en subir ligeramente los precios unas semanas antes del Black Friday para luego aplicar un descuento aparente. El resultado: es que el cliente cree que ahorra un 30 %, cuando en realidad está pagando lo mismo que en octubre.

Esta técnica es difícil de detectar si no se ha hecho un seguimiento previo, aunque herramientas como Keepa o CamelCamelCamel permiten consultar el historial de precios en Amazon y saber si una rebaja es auténtica o inflada.

También conviene tener en cuenta que algunas tiendas mantienen el mismo precio base, pero cambian el formato del descuento : por ejemplo, “ahorra 100 €” en lugar de “–10 %”. El efecto visual es más potente, pero el resultado puede ser idéntico.

Los falsos chollos del Black Friday

Detrás de muchos carteles con grandes porcentajes se esconden productos de gama anterior, reacondicionados o con envío internacional , algo que no siempre se indica claramente. En estos casos, el ahorro puede verse compensado por garantías más cortas, aduanas o plazos de entrega más largos.


Otro clásico es el de los packs, se agrupan varios accesorios o servicios con el mismo producto principal para aparentar una rebaja mayor. En realidad, el precio del producto no ha cambiado; solo se añaden complementos de bajo coste.

Además, algunos comercios online utilizan precios dinámicos : el importe varía según la hora, la demanda o si el usuario ha visitado antes la web. Esto hace que la misma oferta no sea igual para todos, y que muchas veces el supuesto descuento desaparezca en cuestión de horas.

La importancia del precio medio

El mejor termómetro para saber si una oferta es buena es el precio medio histórico . Si un televisor ha costado 699 € durante todo el año y baja a 599 €, esa rebaja es real. Pero si su precio ha oscilado entre 599 € y 619 €, anunciar un 20 % de descuento es simplemente un truco de marketing.

Por eso, comparar no solo con el precio “tachado”, sino con el valor habitual, es clave para no caer en el engaño. Incluso los comparadores de precios tradicionales   ofrecen ya gráficos de evolución y alertas personalizadas.

No todo lo caro baja tanto en el Black Friday

El Black Friday no afecta igual a todos los productos. Las rebajas más fuertes suelen concentrarse en gama media y accesorios , mientras que los productos más recientes (como el último iPhone o una consola recién lanzada) apenas bajan unos euros.

En cambio, los modelos del año anterior o las generaciones previas pueden tener descuentos de verdad , sobre todo en televisores, auriculares o electrodomésticos. Un ejemplo clásico son los auriculares de gama alta: cuando se lanza el nuevo modelo, el anterior cae de precio sin perder calidad.

El papel de las reviews y las valoraciones

Una buena oferta no sirve de nada si el producto es mediocre. Antes de lanzarse a comprar, conviene leer reseñas reales y comprobar valoraciones verificadas . Si una tienda oculta los comentarios o solo muestra los positivos, es señal de que algo no encaja.

Las webs especializadas suelen publicar comparativas y análisis previos al Black Friday, con recomendaciones de compra más fiables que los anuncios. Seguir esas guías ayuda a detectar tendencias y evitar decisiones impulsivas.

El truco de los gastos de envío

Algunas tiendas anuncian grandes rebajas, pero compensan el descuento con gastos de envío elevados o servicios añadidos . Es importante calcular el precio final, no solo el que aparece en el cartel.

En plataformas internacionales, hay que revisar si el envío es desde España o desde otro país europeo, ya que puede afectar tanto al tiempo de entrega como a la garantía.

Los horarios también importan

Durante los días clave del Black Friday , los precios pueden fluctuar varias veces al día. Muchos comercios lanzan “flash sales” (ofertas relámpago) o aplican descuentos adicionales en franjas concretas, especialmente a medianoche o al mediodía. Por eso, tener una lista previa de productos y activar alertas puede marcar la diferencia entre aprovechar una ganga o llegar tarde.

Planificar para evitar el arrepentimiento

Comprar en Black Friday sin remordimientos implica planificar con antelación . Saber lo que realmente se necesita, establecer un presupuesto y comparar precios evita compras impulsivas. Es mejor aprovechar pocas ofertas buenas que llenar el carrito con productos innecesarios solo porque “parecen baratos”.

Black Friday o marketing disfrazado

Con el tiempo, el Black Friday se ha extendido tanto que algunas tiendas lo utilizan como excusa para mantener promociones permanentes. De ahí que la verdadera oportunidad esté en identificar cuándo un precio baja de forma excepcional , no solo cuando se anuncia con grandes letras.
El mejor chollo no es el más barato, sino el más honesto.