La reciente inauguración del Gran Museo Egipcio (GEM) en Giza, Egipto un proyecto que culmina dos décadas de construcción y superó una inversión de más de U$S 1.000 millones, encendió nuevamente el debate internacional sobre la restitución del patrimonio egipcio. Este evento monumental impulsó a egiptólogos y exfuncionarios a exigir el retorno de tres piezas históricas fundamentales que actualmente se encuentran en Europa.

El exministro de Turismo y Antigüedades, Zahi Hawass, fue enfático al declarar a la BBC sus exigencias a la comunidad internacional. Hawass no sólo pidió que los museos occidentales dejen de adquirir artefactos robados, sino que específicamente demandó la repatriación de tres objetos clave: la piedra de Rosetta del Museo Británico, el Zodíaco del Louvre y el busto de Ne

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