Las imágenes fueron impactantes. Los agentes de Scotland Yard se burlaban de víctimas de violación, hablaban de “pegar un tiro en la cabeza” a los inmigrantes, criticaban a los musulmanes y presumían del uso excesivo de la fuerza. Cuando la BBC sacó a la luz en octubre su investigación encubierta sobre la comisaría de Charing Cross, una de las más importantes de Londres, el responsable de la Policía Metropolitana, el comisario Mark Rowley, condenó el comportamiento como “vergonzoso, totalmente inaceptable y contrario a los valores y estándares” del cuerpo.

Pero, lejos de ser un episodio aislado, el programa de la BBC fue el preludio de algo mucho más profundo. Un informe independiente revela ahora que el daño racial que la Policía Metropolitana inflige a las personas negras se defiend

See Full Page