Alfredo Ramírez, gobernador de Michoacán, dijo que “es momento de convertir ese coraje en acción colectiva” y que las protestas sean “un punto de partida” para recuperar la seguridad y la paz en ese estado.

El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, reconoció que, tras el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, esa entidad vive “un momento de exigencia social profunda” y que las protestas de días pasado “son un grito legítimo de dolor”.

Sin embargo, dijo, “es momento de convertir ese coraje en acción colectiva” y que las protestas sean “un punto de partida” para recuperar la seguridad y la paz en ese estado.

Durante su participación en la presentación del “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia”, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en pal

See Full Page