La actuación de Zeballos, el nivel general de River, el desempeño del árbitro Ramírez. Los instantes determinantes de un partido enorme.

1) Todo el primer tiempo, hasta el gol de Boca. No había habido hasta ahí ninguna situación de gol: transmitían la sensación de que jugando así podían hacerlo mucho tiempo sin lastimarse. River fue a la Bombonera con miedo a perder y a Boca le pesaba la condición de candidato, lo que le generaba miedo a ganar. River, en ese lapso, manejaba un poco mejor la pelota, pero sin profundidad y en su acumulación de jugadores en el medio le quitaba protagonismo a Paredes, que recién empezó a aparecer con tres o cuatro cambios de frente en el final de la etapa. Pero llegó el forcejeo de Giménez como punto de partida del gol, que cambió totalmente la historia.

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