Dos pinchazos sin goles. Primero en Liverpool y, después, en Vallecas ante el Rayo. Los dos en una semana. El dato es demoledor para un Real Madrid que parecía haber consolidado su idea de juego con la victoria en el Clásico. No fue así, no hay vida más allá de Mbappé en una delantera asolada por la sequía y Xabi Alonso no quiere ni pensar en alternativas.

"No estoy preocupado", respondió Xabi en rueda de prensa a las preguntas sobre el doble pinchazo. "Me preocupa querer seguir creciendo y mejorando. Hay que hacer una autocrítica positiva porque sabemos donde estamos, lo que queremos y queda mucho. Hay que exigencia propia y también mesura", dijo tras el partido en unas declaraciones conciliadoras que parecen una constante desde el Mundial de Clubes.

Lo cierto es que pasan los meses y,

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