En Barreal, en Calingasta, se levanta una estructura monumental que representa una de las mayores apuestas científicas de la Argentina moderna. El radiotelescopio chino-argentino (CART). Su enorme antena parabólica, de 40 metros de diámetro y 60 de altura, es mucho más que una proeza de ingeniería. Es el símbolo de una colaboración científica de frontera en el campo de la radioastronomía, la geodesia y la georreferenciación, destinada a mejorar la precisión del GPS y el rastreo satelital desde el hemisferio sur.

Sin embargo, un proyecto que ya se encuentra en su etapa final enfrenta hoy un obstáculo inesperado. La falta de renovación del convenio entre el CONICET y las instituciones chinas, sumada a una nueva resolución gubernamental que exige la aprobación del Ministerio de Defensa para

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