Cuando Ramírez marcó el final y el 2 a 0 para Boca ya estaba sellado, el recuerdo de Miguel Ángel Russo sobrevoló la Bombonera. “Eternamente gracias Miguel” decía la bandera con la imagen del entrenador xeneize de la eterna sonrisa , cuyo recuerdo volvió una y otra vez desde las voces de los protagonistas. La Copa Libertadores, el escudo xeneize y la firma del Jugador Nº 12 completaron la escenografía que emocionó a todo Boca.

Desde muy temprano, los hinchas coparon las inmediaciones del estadio. La entrada en calor marcó el termómetro de la tarde, con aliento para el local y abucheos para los jugadores millonarios, a quienes le lanzaron gallinas de juguete sobre el arco donde Franco Armani hacía la entrada en calor. Los hinchas dejaron la garganta al grito de “Nacieron hijos nuestros, hi

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