El uso de las tarjetas de crédito continúa consolidándose como una de las principales vías de financiamiento para los hogares argentinos, en un contexto de ingresos ajustados y pérdida de poder adquisitivo. La tendencia muestra un crecimiento sostenido del pago mínimo, un recurso cada vez más utilizado pero que puede derivar en deudas difíciles de afrontar debido a los altos costos financieros.

Según un informe de First Capital Group basado en datos del Banco Central, en octubre el saldo total financiado con tarjetas en pesos llegó a los 21,9 billones. Esto representa un incremento nominal del 1,3% mensual y del 63,4% interanual. En términos reales, la variación mensual mostró una baja del 1,2%, aunque el crecimiento anual se ubicó en 24,2%.

El Banco Central, en su Informe de Pagos Minor

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