Pero la mareada misoginia universal, descabelladamente, se impone durante siglos en inclinarse preponderantemente en diosecitos varones . Más, la famosa TESTOSTERONA, como hormona desbocada, concursa y distorsiona la lógica de las enseñanzas contundentes de la NATURALEZA. Dicha hormona, cuyo término proviene de testículos, es más presente en lo hombres que en las mujeres.Tal condición química, si no existe una previa educación o la debida empatía en los machitos, además de la líbido brota fácilmente, desde el atropello misógino, hasta las ansias desmedidas de poder sobre los demás, surgiendo principalmente la ferocidad o la gran inventiva de servirse de fantásticos cuentos de apariciones celestiales. Consecuentemente, si revisamos las historias de las

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