WASHINGTON (AP) — El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, anunció el lunes que los miembros de la cámara baja deberían regresar a Washington “a partir de este momento”, después de que un pequeño grupo de senadores demócratas puso fin el domingo a un estancamiento de 40 días y se sumó a los republicanos a favor de avanzar con un proyecto de ley que pondría fin al cierre del gobierno.

De momento no está claro cuándo es que el Senado llevará a cabo las votaciones finales sobre la iniciativa. Pero Johnson dijo que "la pesadilla finalmente está llegando a su fin" después de que el Senado votó 60-40 para considerar un proyecto de ley para financiar el gobierno.

"Tenemos que hacer esto lo más rápido posible", declaró Johnson el lunes en conferencia de prensa. Ha mantenido a la Cámara de Representantes fuera de sesión desde mediados de septiembre, cuando el recinto aprobó una iniciativa para mantener financiando el gobierno.

Después de varias semanas de negociaciones, los demócratas moderados del Senado acordaron reabrir el gobierno sin que haya una garantía de extensión a los subsidios de atención médica, lo que molestó a muchos miembros de su bancada que durante más de seis semanas han exigido que los republicanos negocien con ellos los créditos fiscales de la Ley de Cuidado de Salud Asequible que expiran el 1 de enero. El líder de la mayoría del Senado, John Thune, R-S.D., prometió llevar a cabo una votación sobre el tema a mediados de diciembre, pero no había garantía de éxito.

El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, votó en contra de avanzar con el paquete legislativo, junto con todos los demás demócratas, con excepción de ocho.

"No abandonaremos la lucha", subrayó Schumer, agregando que los demócratas ahora han "dado la voz de alarma" sobre la atención médica.

El fin del cierre podría estar aún a varios días de distancia en caso de que algún senador objete o prolongue el proceso. Thune señaló el domingo por la noche que todavía estaba resolviendo preocupaciones entre los republicanos sobre disposiciones individuales en los proyectos de ley de gasto subyacentes.

Uno de esos republicanos, el senador Rand Paul, había amenazado con objetar una disposición impulsada por su colega Mitch McConnell que establece la prohibición de la venta de algunos productos a base de cáñamo.

"Revisaremos eso mañana, después de que tengamos más claridad sobre dónde están las cosas", declaró Thune a los periodistas después de la votación el domingo.

El presidente Donald Trump no ha dicho si firmará la iniciativa, pero el domingo declaró a la prensa que “parece que estamos cerca de que termine el cierre”.

Un grupo de tres exgobernadores —las senadoras por Nueva Hampshire Jeanne Shaheen y Maggie Hassan, y el senador independiente por Maine, Angus King— pusieron fin a seis semanas de estancamiento el domingo cuando acordaron votar a favor de avanzar con tres proyectos de ley de gastos anuales y extender el resto del financiamiento del gobierno hasta finales de enero a cambio de que se lleve a cabo una votación a mediados de diciembre sobre la extensión de los créditos fiscales para la atención médica.

El acuerdo también incluye anular los despidos masivos de trabajadores federales desde que comenzó el cierre el 1 de octubre, además de garantizar pagos retroactivos para los trabajadores federales.

Thune no tardó en pronunciarse a favor del acuerdo y convocó una votación inmediata para comenzar con el proceso de aprobación en momentos en que el cierre sigue afectando vuelos en todo el país, poniendo en riesgo la distribución de asistencia alimentaria para millones de estadounidenses y dejando a los trabajadores federales sin goce de sueldo.

"El momento de actuar es ahora", declaró Thune.

Además de Shaheen, King y Hassan, el senador demócrata Tim Kaine, por Virginia, —hogar de decenas de miles de trabajadores federales— también votó a favor de avanzar con el acuerdo. El senador por Illinois Dick Durbin, el segundo demócrata de mayor rango en el Senado, el senador de Pensilvania John Fetterman y las senadoras de Nevada Catherine Cortez Masto y Jacky Rosen también votaron a favor de la iniciativa.

Los moderados esperaban que se les sumaran más demócratas, después de que entre 10 y 12 de ellos habían participado en las negociaciones. Pero al final, sólo cinco cambiaron su voto, el número exacto que los republicanos necesitaban. King, Cortez Masto y Fetterman ya habían estado votando a favor de reabrir el gobierno desde el 1 de octubre.

Los demócratas habían votado 14 veces en contra de reabrir el gobierno mientras exigían la extensión de los créditos fiscales que reducen el costo de la cobertura de salud al amparo de la Ley de Cuidado de Salud Asequible. Los republicanos dijeron que no negociarían el tema, pero los líderes del Partido Republicano han estado trabajando tras bambalinas con el grupo de moderados a medida que comenzaban a darle forma a un acuerdo.

El acuerdo incluye proyectos de ley bipartidistas negociados por la Comisión de Asignaciones del Senado para financiar partes del gobierno — ayuda alimentaria, programas para veteranos y la rama legislativa, entre otras cosas. El resto del financiamiento se extendería hasta finales de enero, dando a los legisladores más de dos meses para finalizar iniciativas adicionales de gasto.

El acuerdo reinstauraría en sus cargos a los trabajadores federales que habían recibido avisos de reducción de personal o despido, además de que reembolsaría a los estados que gastaron sus propios fondos para mantener en operaciones los programas federales durante el cierre. También establecería protecciones contra futuras reducciones de personal hasta enero y garantizaría que los trabajadores federales reciban su salario una vez que termine el cierre.

Schumer, quien fue criticado por miembros de su partido en marzo pasado, cuando votó a favor de mantener el gobierno abierto, dijo que no podía apoyar la iniciativa "en buena fe", después de discutir la propuesta con su bancada durante más de dos horas el domingo.

El senador independiente Bernie Sanders, quien se alínea con los demócratas, aseguró que abandonar la lucha fue un "error terrible". El senador demócrata Chris Murphy, coincidió, destacando que los votantes que apoyaron abrumadoramente a los demócratas en las elecciones de la semana pasada les estaban instando a "mantenerse firmes".

Los representantes demócratas no tardaron en criticar al Senado.

El representante Greg Casar, presidente de la bancada progresista del Congreso, afirmó que un acuerdo que no reduce los costos de atención médica es una "traición" contra millones de estadounidenses que cuentan con que los demócratas los defiendan.

"Aceptar nada más que una promesa de los republicanos no es un compromiso, es una rendición", subrayó Casar en la red social X. "Millones de familias pagarían el precio".

La representante Angie Craig publicó que "si la gente cree que esto es un 'acuerdo', me gustaría venderles un puente".

El líder demócrata de la cámara baja, Hakeem Jeffries, culpó a los republicanos y dijo que los demócratas continuarán luchando.

"Donald Trump y el Partido Republicano son responsables del tóxico lío que han creado en nuestro país y el pueblo estadounidense lo sabe", aseguró Jeffries.

No está claro si los dos partidos podrán encontrar terreno en común sobre los subsidios de atención médica antes de que se lleve a cabo la votación prometida en el Senado el mes entrante. Johnson ha dicho que no se comprometerá a votar la iniciativa en la Cámara de Representantes.

Johnson afirmó el lunes que los representantes republicanos siempre han estado abiertos a votar para reformar lo que llamó la "ley de atención no asequible", pero nuevamente no aclaró si votarían sobre los subsidios.

Algunos republicanos han dicho que están abiertos a extender los créditos fiscales implementados durante la pandemia de COVID-19 ya que las primas podrían dispararse para millones de personas, pero también quieren establecer nuevos límites sobre quién puede recibir los subsidios.

Otros republicanos, incluido Trump, han utilizado el debate para renovar sus críticas contra la ley, la que exigen que sea eliminada o reformada.

Mientras tanto, las consecuencias del cierre se acumulan. Las aerolíneas estadounidenses cancelaron más de 2.000 vuelos el domingo por primera vez desde que comenzó el cierre, mientras que más de 7.000 otros vuelos sufrieron demoras, según FlightAware, un sitio web que rastrea las afectaciones en los viajes aéreos .

El Secretario de Transporte, Sean Duffy, dijo al programa "State of the Union" de CNN que los viajes aéreos antes del feriado de Acción de Gracias se "reducirán a cuentagotas" si no hay una reapertura del gobierno.

Al mismo tiempo, se retrasó el pago de ayuda alimentaria para decenas de millones de personas, después de que los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP por sus iniciales en inglés) quedaron atrapados en disputas legales relacionadas con el cierre.

Y en Washington, hogar de decenas de miles de trabajadores federales que no han recibido pago, el Banco de Alimentos del Área Capital dijo que está proporcionando 8 millones de comidas más de las que había preparado para este año fiscal, un aumento de casi el 20%.

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Los periodistas de Associated Press Stephen Groves y Kevin Freking contribuyeron a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.