El presidente comparece a petición propia para hablar de "la situación de los servicios públicos en España" con el objetivo de tener horas para echar en cara al PP la dana, el escándalo de los cribados en Andalucía o la privatización de la Sanidad, con el gran exponente de Quirón en la Comunidad de Madrid, mientras el Gobierno confía en salir ileso de los casos judiciales, entre ellos el del fiscal general