La derrota en la Bombonera marcó otro duro golpe en Núñez, en lo que fue el peor Superclásico de River bajo la dirección técnica de Marcelo Gallardo . Fue una de esas caídas que generalmente traen secuelas y que dejó también una sensación de que si la situación no cambia en lo inmediato, puede haber una depuración en el plantel.
Los múltiples partidos (9 de los últimos 11 encuentros) perdidos en apenas dos meses dejaron expuestos y acorralados a los jugadores . Son, al fin y al cabo, los que entran a la cancha, más allá de las decisiones que se le pueden cuestionar al entrenador. Y no solo no dieron la talla en lo futbolístico ni representaron a la banda roja, sino que no tuvieron alma para al menos mostrar rebeldía e intentar cambiar esta fea situación.
“Fue pura mierda. No estuvimo

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