Los argentinos duermen en promedio entre 6,6 y 8,27 horas a diario. No hacerlo bien puede traer consecuencias a corto, mediano y largo plazo. Ante la falta de sueño, la siesta aparece como una opción compensatoria, pero no se recomienda a todas las personas por igual.

Dormir mal puede causar problemas físicos , como mayor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad. También puede afectar la salud mental , provocando irritabilidad, ansiedad o depresión, y disminuir la concentración y el rendimiento. A largo plazo, puede aumentar el riesgo de accidentes, empeorar la salud general e incluso acelerar el envejecimiento.

En este sentido, el mal descanso también puede tener efectos sobre el "funcionamiento de los órganos", advirtió Pablo Ferrero, médico especializado

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