Frederick Sutton, un empresario inglés radicado en Estados Unidos, fue uno de los pasajeros de primera clase que murió en el naufragio del Titanic en abril de 1912. Más de un siglo después, parte de sus pertenencias —recuperadas del mar— saldrán a subasta y podrían alcanzar valores superiores a los 100 mil dólares.

El empresario que viajó para curarse

Sutton tenía 62 años y había hecho fortuna en el sector inmobiliario y bancario en Nueva Jersey. En marzo de 1912, su médico le recomendó un viaje a Europa por motivos de salud.Tras pasar una temporada en Inglaterra, regresó a Estados Unidos a bordo del Titanic, el trasatlántico más lujoso de su época.

Pagó “32 libras, 6 chelines y 5 peniques” por su pasaje de primera clase (número 36963), que lo ubicó en el camarote D-50.

Una tragedia en

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