Bogotá. El Estado colombiano, tras un fallo de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), pidió perdón a la Unión Patriótica (UP), partido de izquierda, por los cerca de siete mil de sus militantes asesinados por el paramilitarismo en complicidad con políticos liberales y conservadores de derecha y agentes de seguridad.

Aunque la justicia internacional no lo califica como genocidio, en Colombia las víctimas de la matanza ocurrida durante 15 años (1985-2000) lo denominan así: genocidio de la UP.

También lo reconoció el presidente, Gustavo Petro, quien en un conmovedor acto pidió perdón a nombre del Estado colombiano, aunque solo asistió al evento el gobierno en pleno con la cúpula militar (Ejecutivo); los otros dos poderes el legislativo y el judicial brillaron por su ausenc

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